domingo, 11 de junio de 2023

Pobreza y movilidad ascendente

    Las democracias industriales modernas atribuyen gran importancia al logro de la movilidad de las clases subordinadas a las clases superiores. Tradicionalmente, se ha mantenido que, mediante un esfuerzo diligente, las personas pobres podían pasar de la pobreza a la riqueza en el transcurso de una vida. Sin embargo, está claro que solo una pequeñísima fracción de la población puede esperar llegar a formar parte de la clase dirigente.
    En los niveles inferiores, la estratificación del sistema es bastante abierta, pero no tan abierta como se creía tradicionalmente. El principal factor que determina las posibilidades que tiene una persona de movilidad hacia arriba es el nivel desde el que comienza: existe mucha movilidad ascendente, pero en su mayoría implica distancias sociales muy cortas.
    La definición gubernamental de pobreza sigue siendo dudosa. Por lo menos una tercera parte del presupuesto de una familia de renta baja hay que gastarla en alimentos para mantener un nivel nutritivo mínimo. Las familias de cuatro miembros con rentas equivalentes al doble del nivel de pobreza, no necesariamente gozan de un confortable nivel de vida. Los costes de vivienda, educación, transporte y atención médica crecieron más rápidamente que la renta, y tales familias tuvieron que soportar le pérdida de calidad en bienes, servicios, suministros, carreteras, calles, edificios públicos, parques y transporte público. Esto significa que se ha empobrecido la clase media.
    ¿Cuál es la razón de la persistencia de una extensa clase pobre? La explicación más común sigue siendo que los pobres son víctimas de su propia actitud mental, conductual y su bajo nivel cultural. Pero los valores que son distintivos de la cultura de la pobreza son realmente compartidos por la clase media. Muchos individuos pertenecientes a la clase media parecen creer que cuanto más pobre es uno tiene que economizar más y trabajar más duro. Pero ¿no es este un caso en el que hay que esperar más de aquellos que tienen menos? Los pobres no son víctimas de sus propios valores; son las víctimas. Según Anthony Leeds:
Son víctimas de ciertos tipos de mercados de trabajo que están estructurados por la situación de la tecnología nacional, recursos de capital disponibles, situación de las empresas, instituciones educativas, relaciones con los mercados exteriores e interiores, relaciones de la balanza comercial y naturaleza del sistema de beneficios de las sociedades capitalistas... Estas no son características independientes de parte de la cultura de la pobreza suprimida, sino características o indicios de ciertos tipos de sistemas económicos totales.

    De esto se concluye que, debido a factores que están fuera de su control, aun cuando los pobres se esfuercen más que las personas situadas por encima de ellos, la mayoría están destinados a seguir siendo pobres. 

Extraído de Harris, M. (2021). Antropología cultural. Capítulo 16: La antropología en las sociedades industriales. Madrid: Alianza editorial.

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