miércoles, 24 de junio de 2020

Guillermo Morphy y la educación musical en España

Fue un crítico, musicólogo, historiador, pedagogo y compositor español. De ascendencia irlandesa, nació en Madrid el 29 de febrero de 1836. Pasó su infancia de viaje por Francia, Italia y Alemania, entre otros países, donde reunió una educación europea renacentista, amante del arte y las letras.

A finales de 1883, crea el Instituto Filarmónico, una Escuela Libre de Enseñanza, como alternativa al Conservatorio de Madrid, basándose en modelos europeos como la entidad vienesa Gessellschft der Musikfreunde cuya sociedad reunía a "amigos de la música" con el fin de propulsar la música en su país. De esta manera, Morphy forma una sociedad de la que es presidente y reúne 84 artistas comprometidos con la defensa del Arte nacional. Su propósito, extender la educación musical a todas las capas de la sociedad con métodos cercanos a la Europa moderna, que el mismo Morphy conocía en profundidad. Su escuela de canto, dirigida por Napoleón Verger, contribuyó a elevar el nivel de canto en España y sus alumnos participaron en el proyecto de Tomás Bretón de establecer el drama lírico nacional. Forman parte de su claustro personalidades tan destacadas como Tomás Bretón, Emilio Serrano, Apolinar Brull, Isaac Albéniz o Fernández Arbós.

Remarcó la importancia de la educación en las clases modestas, y puso de ejemplo a otros países del norte de Europa, donde la mujer participaba en la vida intelectual de estas sociedades modernas. Asimismo, Morphy criticó a los librepensadores, defensores, a su juicio, de un liberalismo llevado a la exageración e insiste en que para el desarrollo de las iniciativas en el terreno artístico es necesario un moderado proteccionismo.

lunes, 22 de junio de 2020

Samuel Wilderspin (1791-1866) precursor de la Educación infantil

Fue un educador inglés conocido por su trabajo pionero en escuelas infantiles. Su creencia era que se debía alentar a un niño a aprender a través de la experiencia y al desarrollo tanto en los sentimientos como en el intelecto. Su trabajo proporcionó el modelo para escuelas infantiles en Europa y América del Norte. 

Las ideas en ese momento sobre la educación infantil se remontan a J. F. Oberlin y Robert Owen. El enfoque de Wilderspin para la educación, según sea necesario para un niño social y moralmente preparado, estuvo influenciado por su relación con la Nueva Iglesia.

Cuando se planteó la pregunta "¿Cómo llegaste a pensar en el Sistema de Enseñanza Escolar Infantil?" Wilderspin simplemente respondía "las circunstancias me obligaron a ello". Wilderspin afirmó que las escuelas infantiles existentes eran "simplemente escuelas de niñas, con el libro de cuentos para niños y niñas, y tal vez un poco de costura para este último". Wilderspin creía que los primeros siete años de un niño son sus años dorados - estos son los años más importantes de un niño para construir unos cimientos, y vehementemente alentó a los padres y maestros también para apelar a sus sentidos.

Wilderspin desarrolló cuatro reglas en la enseñanza de bebés:
Primero - para alimentar las facultades del niño con alimentos adecuados.
Segundo - simplificar y explicar todo, con el fin de adaptarlo adecuadamente a esas facultades.
Tercero - no exagerar nada, ya sea dando demasiada instrucción, o instrucción más allá de sus años, y por lo tanto sobre-excitar el cerebro, y lesionar las facultades.
Cuarto - mezclar tanto el ejercicio y la diversión con la instrucción a intervalos debidos, que se lleva a cabo fácilmente por una cantidad moderada de canto, alternando con los movimientos y evoluciones habituales en el aula, y la libertad sin restricciones del patio de juego.

El juego fue una parte importante del sistema de educación de Wilderspin, y se le atribuye la invención del patio de recreo. También dirigía una empresa que suministraba aparatos para actividades de juegos infantiles. 

Wilderspin nació como hijo único en el distrito de Hornsey, Londres. Nacido en un hogar cristiano, Wilderspin afirmó que reconocía la existencia de un ser superior "un Creador, un Gobernador y Protector de este mundo", no por sus padres, sino por su propia observación e intuición. Wilderspin fue educado en casa la mayor parte de su infancia, ya que afirmó que sus padres le enseñaron todo y le dieron una base que realmente aprecia. A la edad de siete años, sus padres lo animaron a asistir al sistema de educación de las escuelas públicas, lo que posteriormente lo animó a retirarse. Wilderspin estaba destinado a los negocios, sin embargo una serie de eventos lo llevaron a enseñar y además a iniciar un sistema de enseñanza. (El Sistema Infantil - Samuel Wilderspin).

Wilderspin fue aprendiz como empleado en la ciudad de Londres, pero más tarde se formó en educación infantil. A través de una Iglesia de Nueva Jerusalén en el sur de Londres, conoció a James Buchanan, un seguidor de las ideas de Owen que recientemente había establecido una escuela infantil en Brewer's Green en Westminster. Con su esposa Sarah Anne, Wilderspin dirigió una escuela infantil en Spitalfields, Londres, desde 1820. Esta escuela impresionó particularmente a David Stow, quien invitó a Wilderspin a Glasgow para dar una conferencia al respecto.

Wilderspin publicó La importancia de la educación de los infantes pobres (On the Importance of Educating the Infant Poor) en 1823, basándose en sus experiencias en Spitalfields. Comenzó a trabajar para la Sociedad De Escuela Infantil al año siguiente, informando a otros sobre sus puntos de vista sobre la educación. Se retiró en 1828, pero Wilderspin continuó propagando sus puntos de vista a nivel nacional.

viernes, 19 de junio de 2020

Maestros de la República: Alejandro Casona y Atilano Coco

Alejandro Casona dramaturgo y maestro de la Generación del 27, hijo de una familia de maestros, estudió bachillerato en Gijón. En Murcia estudió en la Escuela Normal de Magisterio. En 1922 entró en la Escuela de estudios Superiores de Magisterio de Madrid y 4 años más tarde, obtuvo la capacitación de Inspector de Primera Enseñanza con plaza en el Valle de Arán. Su vocación pedagógica, afín al ideario de la ILE, le valió para ser nombrado por Manuel Bartolomé Cossío como director del Teatro del Pueblo llevando a la España más profunda piezas breves de teatro clásico español. Sin embargo, el estallido de la Guerra Civil rompió toda expectativa de futuro para Casona, su compromiso con el Gobierno de la República fue firme pero, pronto se dio cuenta de que la guerra iba para largo. Estuvo en un hospital de Madrid montando representaciones para heridos de guerra, con el teatro del pueblo antes de dejar España en 1937.

Atilano Coco pastor protestante español y presbítero de la Iglesia Española Reformada Episcopal en Salamanca, donde ejercía como maestro de escuela adjunta a la iglesia Anglicana. Miembro destacado del partido Republicano Radical Socialista, maestro de la logia masónica helmántica. Estudió en Inglaterra y a su regreso a España trabajó como maestro en la Escuela Modelo de la Iglesia Evangélica Española de Alicante. En 1929 se trasladó a Salamanca como profesor y evangelista para hacerse cargo de la congregación evangélica salmantina, en abril de 1936 obtuvo el título oficial de maestro otorgado por la Escuela Normal de Maestros de la Universidad de Salamanca. Meses más tarde sucedería su captura y sentencia, detenido por los sublevados y fusilado en 1936.

miércoles, 17 de junio de 2020

Escuela Normal de Madrid

En 1909, para cubrir el vacío creado por la supresión en 1901 del «grado normal»,​ se creó en España la Escuela de Estudios Superiores de Magisterio como plataforma para la formación tanto del profesorado normalista como de los inspectores de Primera Enseñanza, como quedaría estipulado por los reales decretos de 3 de junio de 1909, firmado por el ministro Faustino Rodríguez San Pedro y de 20 de octubre de 1911, firmado por Amalio Gimeno. Nombrada Escuela Normal Central y Escuela normal superior, fue una institución estatal española creada en 1839 en Madrid, a partir del precedente de la «Escuela mutua Lancasteriana» de 1818, y siguiendo el modelo ilustrado de las «école normale», como institución educativa encargada de la formación de los maestros de escuela. 

Siguiendo la pauta pedagógica de los “ilustrados”, en 1839, los liberales crearon en Madrid una Escuela Normal Central. La denominación usaba el título «école normale», acuñado por los revolucionarios franceses en 1794 con la creación en París de la Escuela Normal, para formar profesores reclutados en todo el territorio de la República y que llevarían el concepto a sus departamentos de origen.​ Se da como fecha de inauguración el 8 de marzo de 1839, y la institución se instaló en el número 80 de la calle Ancha de San Bernardo, con el nombre de Escuela Normal-Seminario Central de Maestros,​ La nueva experiencia pedagógica había sido posible gracias a los esfuerzos de Antonio Gil y Zárate como gestor burocrático, y del pedagogo Pablo Montesino que sería su primer director y profesor de Principios generales de educación moral, intelectual y física y Método de enseñanza.​ En las primeras promociones de alumnos estuvieron Joaquín Avendaño, Mariano Carderera y Laureano Figuerola.

La Escuela Normal Central quedó definida en los artículos 11 y 12 del “Plan de Instrucción Primaria”, como plan provisional y dentro de la Ley de 21 de julio de 1838, y que se regía por el “Reglamento interino de la Escuela Normal de Instrucción Pública” de 1837, normativa que ordenó el funcionamiento de las Escuelas Normales hasta la aprobación de un nuevo Reglamento en 1942.​ La primera Escuela Central Normal de Maestras fue creada en 1858,​ promovida por Gil de Zárate y la política del Sexenio Democrático.

En 1937, tras el colapso docente producido por el golpe de estado en España de julio de 1936, la Normal y su valiosa biblioteca se trasladaron a Valencia, siguiendo al gobierno republicano, reanudando las clases el 24 de febrero de dicho 1937 en el local de la Escuela de Artesanos, en la valenciana calle Pintor Sorolla, número 12. Tras la victoria franquista, la Normal Central regresó a Madrid instalándose provisionalmente en unos pisos de la calle de los Madrazo; allí se procedió al expurgo censor, encomendado al profesor numerario Salustiano Duñaiturria.

En 1950, la escuela normal de Maestros de Madrid se trasladó al número 3 de la Ronda de Toledo (y el claustro de profesores consigue que la Escuela lleve el nombre de su fundador y primer director Pablo Montesino); allí estuvo diez años hasta su fusión con la Escuela Normal de Maestras, quedando ambas en la calle de la Santísima Trinidad nº 37, domicilio que tuvo hasta 1995, cuando fue absorbida por la Facultad de Educación.

El gran legado de la Escuela Normal ha sido su Biblioteca especializada. Hay que especificar que a lo largo de su historia, la biblioteca pedagógica nunca estuvo en manos de profesionales, hasta diciembre de 1979, quedando entonces a cargo de Juan Antonio Méndez Aparicio. En 1987, la biblioteca sobreviviente fue trasladada a la planta baja del Pabellón C del recinto universitario Complutense en Madrid, hasta su incorporación en la Biblioteca de la Facultad de Educación. En su origen, provista de sesenta puestos de lectura (luego ampliados a 84), su fondo constaba de unos 10.000 volúmenes para préstamo y otros 2.000 en la sección de referencia, todos en libre acceso 24 puestos. En 1993 se inició el proceso de automatización de fondos que no se llevó a cabo debido a su inmediato traslado a la nueva Facultad de Educación.

lunes, 15 de junio de 2020

Francisco Amorós y el Real Instituto Militar Pestalozziano

Pedagogo y militar español, conocido internacionalmente por ser uno de los fundadores de la Educación Fí­sica moderna.

A Francisco Amorós y Ondeano se le debe, por ejemplo, los primeros pasos para introducir la Educación Fí­sica en el programa de las escuelas primarias. La gimnasia amorosiana, se ha practicado hasta hace pocas décadas en la escuela, en el instituto o en el ejército. Es un método que emplea aparatos, trapecio, barra fija, paralelas, anillas, trampolí­n, etc. Se podría decir que la gimnasia de Amorós se inscribe, en Francia, en el marco de la influencia alemana y que concluyen con los inicios de la influencia sueca e inglesa. Es importada a Francia por un español "afrancesado".

Francisco Amorós fue director del Real Instituto Militar Pestalozziano de Madrid. Como recompensa por sus servicios, fue promocionado por el rey a coronel de Infanterí­a y nombrado ministro del Consejo de Indias.

El Real Instituto Militar Pestalozziano fue una institución educativa española creada por Real Orden el 23 de febrero de 1805, a instancias de Manuel Godoy, entonces primer ministro y favorito de Carlos IV, con objeto de introducir en el país el Método Pestalozzi, que convirtió la educación física en materia obligatoria para el alumnado, y así contribuir a la reorganización del Ejército y la Armada y la regeneración de sus mandos. Por primera vez se proscribía el castigo físico y se propugnaba la experiencia y la intuición como fuentes de conocimiento, pretendiendo que los discípulos aprendieran de forma natural, como si de un juego se tratase. Su modernidad chocó con el integrismo tradicionalista y el control eclesiástico de la educación. De tal modo, y muy a pesar su efímera existencia tocó a su fin al decretarse su cierre en 1808. Su sede se situó en la "calle Ancha de San Bernardo" de Madrid. 

Desde los años 80 del siglo XVIII se habían realizado diversas propuestas pedagógicas al gobierno español para introducir en el país del método de Pestalozzi, que por entonces gozaba del máximo prestigio a nivel europeo. Godoy fue convencido de las virtudes de este método pedagógico, ya ensayado en Santander, Tarragona y Madrid, por el coronel Francisco Amorós, marqués de Sotelo. Tomó por tanto determinación de crear un Real Instituto en 1805. El centro abrió sus puertas en 1806, estando destinado "a los hijos de oficiales del Ejército, o a los cadetes de menor edad", aunque también se admitiría a los "hijos de personas de distinción". Además de centro formativo para los futuros cuadros dirigentes del ejército y la administración, también se instruía en la formación de observadores y futuros maestros, para que difundieran el método por el resto de España.

Sus alumnos debían estudiar un programa tanto teórico como práctico destacando los ejercicios gimnásticos y disciplinas como la osteología, la fisiología y la música. Aunque la formación religiosa no se descuidó, los sectores más tradicionalistas de la Iglesia cargaron contra la nueva institución, que rompía su monopolio educativo, calificándola de gentilicia y hasta protestante, al hablar de una moral humana natural, no sólo religiosa.

Las voces contra el método pestalozziano se sumaron a las turbaciones que atravesaba España y al descontento político de la nobleza y los sectores más conservadores con las innovaciones introducidas por Godoy, lo que llevó a Carlos IV a decretar el cierre del Instituto. El propio Godoy se lamentó en carta a Pestalozzi de "La ingratitud de unos y el fanatismo de otros, así como la ignorancia de muchos, han atribuido al método y al establecimiento cualidades perjudiciales que en manera alguna existían. Pero se hizo inevitable suprimirlo."

miércoles, 10 de junio de 2020

La Madrasa, de España a India, historia y orígenes

Es el nombre que se da en la cultura árabe a cualquier tipo de escuela, sea religiosa o secular. El uso específico en Occidente refiere por lo general a una escuela religiosa islámica. Se utilizan a veces otras expresiones como medersa o madraza. 

En las primeras épocas del Islam no existían las madrasas. Su origen puede rastrearse en la antigua costumbre de encontrarse en las mezquitas para discusiones sobre religión. En aquel tiempo, los creyentes tendían a buscar el consejo y la enseñanza de personas más preparadas, y estos maestros informales comenzaron a ser llamados jeques, iniciando las clases regulares de religión bajo el título de "majalis". 

A finales del período abasí el visir Nizam al-Mulk fundó la primera academia superior conocida históricamente como Nizamiyya en su honor, sobre la base de las clases informales de los jeques. Al-Mulk, creó un sistema de madrasas públicas en varias ciudades.

Durante la era del Califato Fatimí, las dinastías mamelucas​ y sus sucesores en el oriente medio medieval, la elite gobernante fundó madrasas a través de una normativa de donación benéfica conocida como waqf. La madrasa era no solo un símbolo de estatus sino una forma efectiva de transmitir la riqueza a los descendientes. Durante el periodo mameluco, cuando solo podían llegar al poder los libertos, los hijos de los mamelucos gobernantes eran incapaces de heredar, pero los cargos garantizados dentro de las nuevas madrasas les permitían mantener su estatus. A esta época corresponde por ejemplo la madrasa del Sultán Hassan en El Cairo.

Por todo el mundo islámico se fundaron madrasas. Adquirieron fama las setenta y cinco de El Cairo, especialmente la al-Azhar (siglo X) y la Nizamiyya. En Damasco llegó a haber cincuenta y una; y en Alepo cuarenta y cuatro (fundadas entre 1155 y 1260). En la España musulmana se fundaron muchas durante el Califato de Córdoba, tanto la de la propia Córdoba (que hacia el año 1000, en tiempos de Hisham II, era de las más prestigiosas), como en otras ciudades, que siguieron desarrollaron posteriormente, en la época de las taifas (Sevilla, Toledo, Murcia, Almería, Valencia, Cádiz y la Madrasa de Granada fundada por Yusuf I en 1349).

Ibn Sina defendía la educación primaria de los niños en este tipo de instituciones desde los 6 años hasta los 14 años. Durante ese tiempo, se les debía enseñar el Corán, la metafísica islámica, el árabe, la literatura, la ética islámica y las habilidades manuales (que podrían referirse a una variedad de habilidades prácticas). En lo referente a la etapa de educación secundaria, la educación en la Madrasa era como un período de especialización en el que los alumnos debían comenzar a adquirir habilidades manuales, independientemente de su estatus social. Escribe que a los niños después de los 14 años se les debe permitir elegir y especializarse en temas que tengan interés, ya sea lectura, habilidades manuales, literatura, predicación, medicina, geometría, comercio, artesanía, o cualquier otra materia o profesión que les interese seguir para una futura carrera. Escribió que se trataba de una etapa de transición y que debe haber flexibilidad con respecto a la edad en la que los alumnos se gradúan, ya que el desarrollo emocional del estudiante y las asignaturas elegidas deben tenerse en cuenta. 

Durante su período formativo, en lo que actualmente se conoce como bachillerato, el currículo inicialmente incluía sólo las "ciencias religiosas", mientras que la filosofía y las ciencias seculares eran a menudo excluidas.  El plan de estudios poco a poco comenzó a diversificarse, con muchos madaris posteriores enseñando tanto las ciencias religiosas como las "seculares", como la lógica, las matemáticas y la filosofía. Algunos madaris extendieron aún más su currículo a la historia, la política, la ética, la música, la metafísica, la medicina, la astronomía y la química. El currículo de una madrasa era generalmente establecido por su fundador, pero en general enseñaba tanto las ciencias religiosas como las ciencias físicas.

Las madrasas recuerdan en algunos aspectos a los internados escolares, donde los alumnos toman clases permanentes y viven en dormitorios. Una de sus importantes funciones es admitir huérfanos y niños pobres a fin de proporcionarles educación. En varios países islámicos admiten mujeres, si bien suelen estudiar en forma separada. Existen varios casos de madrasas femeninas. En Sudáfrica las madrasas desempeñan un papel importante ya que brindan instrucción religiosa a los niños musulmanes que asisten a escuelas públicas o privadas seculares. Sin embargo, un número creciente de niños asisten a escuelas islámicas privadas que combinan la enseñanza religiosa y secular. Entre los musulmanes de origen indio, las madrasas brindan además educación en urdu, si bien todavía es poco usual.

En India funcionan alrededor de 30.000 madrasas activas. Se asume que la mayoría de estas instituciones sigue a la escuela de pensamiento Deobandi (movimiento revivalista islámico sunni). Una de las más famosas es Dar al-'Ulum , ubicada en Deoband, una pequeña ciudad del estado de Uttar Pradesh. En 1986 el gobierno indio difundió un proyecto para modernizar las madrasas introduciendo otras materias como ciencia, matemáticas, inglés e hindi.​ En todos los casos la educación se brinda en forma gratuita, y como consecuencia de ello, tiene lugar una inscripción multitudinaria de alumnos, que incluye a muchos de religión hindú o cristiana.

Antes del siglo XII, las mujeres representaban menos del uno por ciento de los eruditos islámicos del mundo. Sin embargo, se han encontrado evidencia de más de 8.000 mujeres académicas desde el siglo XV.  Al-Sakhawi dedica todo un volumen de su diccionario biográfico a las mujeres académicas, dando información sobre 1.075 de ellas. Más recientemente, el erudito Mohammad Akram Nadwi, actualmente investigador del Centro de Estudios Islámicos de Oxford, ha escrito 40 volúmenes sobre la mu-addithét (las mujeres estudiosas del hadiz), y encontró al menos 8.000.

Desde alrededor de 750, durante el califato abasí, las mujeres "se hicieron famosas por su cerebro, así como por su belleza". En particular, muchas mujeres conocidas de la época fueron entrenadas desde la infancia en música, baile y poesía. Las mujeres desempeñaron un papel importante en las fundaciones de muchas instituciones educativas islámicas, como la fundación de Fátima al-Fihri de la Universidad de Al Karaouine en 859. Esto continuó hasta la dinastía Ayyubid en los siglos XII y XIII, cuando se establecieron 160 mezquitas y madaris en Damasco, 26 de las cuales fueron financiadas por mujeres a través del sistema Waqf (fideicomiso de caridad). La mitad de todos los mecenas reales de estas instituciones también eran mujeres. Los ejemplos más destacables de mujeres eruditas fueron Mahbuba, Tawaddud o Shuhda.

Según el erudito sunita Ibn Asakir en el siglo XII, había oportunidades para la educación femenina en el mundo islámico medieval, escribiendo que las mujeres podían estudiar, obtener ijazahs (títulos académicos) y calificar como académicas y maestras. Este fue especialmente el caso de las familias aprendidas y académicas, que querían asegurar la educación más alta posible tanto para sus hijos como para sus hijas. Ibn Asakir había estudiado con 80 maestras diferentes en su tiempo. La educación femenina en el mundo islámico se inspiró en las esposas de Mahoma, como Jadijah, una empresaria exitosa, y 'A'isha, una líder fuerte e intérprete de las acciones del Profeta. Aunque no era común que las mujeres se inscribieran como estudiantes en clases formales, era común que las mujeres asistieran a conferencias informales y sesiones de estudio en mezquitas, madaris y otros lugares públicos. Si bien no había restricciones legales a la educación femenina, algunos hombres no aprobaron esta práctica.

lunes, 8 de junio de 2020

La compañía lancasteriana en México

Surgió como una nueva forma de educar en México en el siglo XIX. Aplicando de forma pionera, la técnica de enseñanza de pares o iguales, es decir, los alumnos se enseñaban entre sí. El sistema lancasteriano era muy atractivo para los nuevos Estados, ya que abarataba la educación. Un solo profesor podí­a darle clases a grupos de 300 a 1000 alumnos, esto bajaba considerablemente el coste de la educación escolarizada. Dividí­an a los alumnos en 10 grupos y cada grupo tenía un instructor, que era el alumno más capaz, este les decí­a que era lo que debían de hacer a los demás.
Manuel Codorniu, llevó en 1821 el sistema lancasteriano a México fundando la compañía un año más tarde. Esto fue porque, al llegar Agustí­n Iturbide al poder, México carecía de fondos suficientes para un proyecto educativo amplio. La primera escuela que se abrió con este sistema en México fue la de El Sol. En 1823 se abrió la segunda llamada Filantropía en un ex convento. En 1822 de las 71 escuelas de la ciudad de México con aproximadamente 3,500 alumnos. Los estudiantes, dentro del sistema lancasteriano, se les enseñaba en un periodo de seis horas de clases lectura, aritmética y catecismo. También incluí­a un descanso de dos horas, al medio día. Se extendió a muchas escuelas particulares y fue declarado método oficial para las escuelas gratuitas municipales. Entre 1842 y 1845 el gobierno federal entregó a la compañí­a lancasteriana la dirección de la educación primaria de toda la república, al terminar su gestión dejó 106 escuelas primarias en la capital, todos usando el sistema mutuo.
Al llegar Benito Juárez a la presidencia, tenía la iniciativa de empezar a hacer la educación más normativa y contar con una educación formal. Entre 1856 y 1867 se empezó este periodo de reforma educativa por parte de los liberales. Otra razón importante por la que la compañía lancasteriana empezó a declinar es que los municipios empezaron a construir una estructura educacional mucho más nutrida. La compañía lancasteriana se disolvió en 1890.

viernes, 5 de junio de 2020

Joseph Lancaster y su método en la India

Fue un reformista de la educación pública, nació en Southwark, al sur de Londres, hijo de un comerciante. En 1798, fundó una escuela primaria en Borough Road, Southwark, utilizando una variante del sistema de enseñanza mutua fundado por Andrew Bell. Sus ideas fueron desarrolladas en forma simultánea con las del doctor Bell en Madras, India, sistema que fue conocido como "el sistema educativo de Madras". El método lancasteriano de instrucción y entrega es recursivo, ya que si uno de los estudiantes aprende el contenido, es recompensado por enseñarlo exitosamente a otro alumno. Este método se conoce actualmente con el nombre de "enseñanza entre iguales", pero las ventajas de las metodologías de Lancaster y de Bell no han sido analizadas suficientemente.
Lancaster escribió Improvements in Education (Mejoras en la educación) en 1803 y después viajó a los Estados Unidos para promover sus ideas. El sistema alcanzó su mayor punto de popularidad en la primera década del siglo XIX, y en 1808 vio la creación de la Sociedad para Promover el Sistema Lancasteriano para la Educación de los niños humildes. Sin embargo, pese a su éxito inicial, las escuelas lancasterianas recibieron muchas críticas. Los logros que obtenían solían ser pocos y la disciplina a la que se sometía a los niños era severa, incluso según los estándares contemporáneos.
Lancaster fue excluído tanto a nivel profesional como a nivel social y la Institutción cambió su nombre por el de Sociedad de Escuelas Británicas y Extranjeras, en contraste con el sistema de escuelas nacionales, que proveía una educación anglicana. Si bien la institución tendría mucho éxito a principios del siglo XIX, la menguada popularidad de los métodos de enseñanza mutua durante las décadas de 1820 y 1830 significaron que la instancia pronto se convirtió en una sociedad educativa convencional. Con la participación del gobierno británico la educación se incrementó, y la sociedad transfirió sus escuelas y las colocó bajo el control del gobierno y concentró la educación de las maestras y los maestros.
En Canadá se establecieron un número de escuelas con su sistema luego de que Lancaster se mudó allí en 1828. Abrió una escuela en Montreal, pero sus intentos por mejorarla fracasaron, por lo que volvió a los Estados Unidos. Otra escuela se inauguró hacia la misma época en Nyon, Suiza. Dado que Simón Bolívar visitó su escuela para maestros en 1810 y decidió enviar a dos maestros venezolanos allí para que se formaran.  Sus seguidores establecieron otras escuelas en Bogotá, Colombia, en Quito, Ecuador, y en Lima, Perú. En México se aplicó el sistema lancasteriano alrededor de 1822, año en que se fundó la Compañía lancasteriana en México. Al momento de su muerte, había entre 1200 y 1500 escuelas establecidas conforme a sus principios.

miércoles, 3 de junio de 2020

Repaso profundo de Rudolf Steiner y la Pedagogía Waldorf

Steiner postula que el mundo es esencialmente una unidad indivisible, pero que nuestra conciencia lo divide en apariencia perceptible por los sentidos, por un lado, y naturaleza formal accesible a nuestro pensamiento, por otro. Su aparente dualidad es condicionada por la estructura de nuestra conciencia, que separa la percepción y el pensamiento. Pero estas dos facultades dan dos visiones complementarias del mismo mundo: ninguna tiene primacía y las dos juntas son necesarias y suficientes para llegar a una comprensión completa del mundo. Pensando al percibir y percibiendo el proceso de pensar, es posible descubrir una unidad interna escondida entre los dos polos de nuestra experiencia. La verdad, para Steiner, es un descubrimiento objetivo y una creación libre del espíritu humano, que nunca existiría si no la generáramos.

La tarea de comprender no es replicar de manera conceptual algo que ya existe, sino más bien crear todo un nuevo reino que, junto con el mundo dado a nuestros sentidos, constituye la plenitud de la realidad. La libertad solo puede ser aproximada asintóticamente y con la ayuda de la actividad creativa del pensar. El pensamiento puede  ser un acto libre, puede liberar nuestra voluntad de su servidumbre a nuestros instintos y pulsiones. Los actos libres son aquellos de los cuales somos completamente conscientes del motivo de nuestra acción: la libertad es la actividad espiritual de impregnar de conciencia nuestra propia naturaleza y la del mundo, y la verdadera actividad de actuar en plena conciencia. Esto incluye superar influencias tanto hereditarias como ambientales. Ser libres es ser capaz de pensar los propios pensamientos, no los pensamientos meramente corporales o de la sociedad, sino pensamientos generados por nuestro ser más interno y profundo, más original, más esencial y espiritual: nuestra individualidad. En resumidas palabras formarse en la capacidad de elaborar juicios propios  y responsables.

Para comprender el modelo pedagógico expuesto por Steiner, debemos partir de la descripción de la naturaleza del hombre como un ser tripartito, formado por cuerpo, alma y espíritu.

El cuerpo físico es la parte del hombre accesible a la observación sensorial. Este cuerpo está sujeto a las mismas leyes que rigen toda la vida material y está integrado por las mismas sustancias y energías que todo el resto del llamado mundo inanimado.

El cuerpo biofórico o etérico correspondería a la fuerza vital o principio vital. Este cuerpo o plexo lo tienen también las plantas y los animales, pues es él quien estimula a las sustancias y fuerzas del cuerpo físico para que se configuren. Es el constructor y artífice del cuerpo físico, su morador y arquitecto. El cuerpo etéreo corresponde a una estructura energética, son fuerzas activas, no es materia.

El cuerpo astral es el tercer miembro constitutivo del ser humano. Es el vehículo del dolor y del placer, del instinto, deseo, pasión, etc… De lo cual carecen las criaturas que solo poseen los cuerpos físicos y etéreos. Se puede resumir lo que antecede en el término sensación. El cuerpo astral o sensible es una estructura integrada por imágenes dotadas de movimiento interior, luz y color. Este cuerpo sensible lo tiene el hombre común con el reino animal solamente, como vehículo de la vida emotiva.

La naturaleza humana posee un cuarto aspecto no compartido con otras criaturas terrestres: es el sustrato del YO humano. Este sustrato es la expresión del alma superior, y por poseerlo, el hombre es la cúspide de la creación. La función del Yo es ennoblecer y depurar, desde sí mismo a los demás miembros constitutivos.

El primer colegio Waldorf se estructuró de una manera no jerárquica, constituido como una comunidad de seres humanos que ponen en acción sus iniciativas individuales, surgidas también de sus propios impulsos cognoscitivos y morales, no sujetos a una autoridad superior preestablecida, y que se pone al servicio del desarrollo de sus alumnos, los cuales devendrán a su vez en individuos también autónomos o en camino de serlo. La premisa de Steiner en su trabajo pedagógico parte de trabajar a partir del niño mismo, esto quiere decir, que se requieren personas e instituciones que estén dispuestas a dejarse a sí mismas de lado para colocar en el centro de su preocupación al niño, sin metas exteriores a él. Es un reto para el profesor, porque lo obliga a reconocer que cada niño es un ser en sí mismo, un ser espiritual que tiene algo que decir en cuanto a su educación, y ese “algo” hay que aprender a escucharlo.

Los alumnos reciben clases comunes pero siempre en relación con el Ser, de forma que el Ser conocerá al Ser a partir del Universo. La primera condición para conseguir esta meta es una reforma radical de la formación del profesorado. Lo que debería de constatarse, en lugar de lo que se exige hoy en día, es si la persona que tendrá que ver con la educación y enseñanza está capacitada para crear una relación saludable con el Ser en ciernes. La independencia de la escuela en la vida cultural libre, pasa por el derecho de elegir ella misma a sus maestros. Debemos aspirar a lograr que aquello que hemos podido conseguir a través de la ciencia espiritual, se convierta en acto vivo de la enseñanza.

En las escuelas Waldorf no se practica ninguna selección de alumnos y se evita todo enfrentamiento entre maestros y alumnos, la disciplina ha de surgir de la confianza y la colaboración. No se admite la disciplina severa impuesta a la fuerza puramente desde fuera. El maestro deberá comportarse de forma que los mismos niños le eleven por  encima de ellos. La relación humana inmediata tiene que desembocar en un respeto que ha de ser natural y no impuesto a la fuerza. No hay deberes obligatorios, pero sí surge la posibilidad de tareas voluntarias que deberían estar orientadas de tal forma que despierten el interés. Los niños al entrar son clasificados según los humores hipocráticos, como melancólicos, sanguíneos, coléricos o flemáticos y su formación será diferente en cada caso.

El objetivo principal es la educación integral. Para ello, es necesario desarrollar todas las capacidades del ser humano: la capacidad intelectual, cultivando un pensamiento claro para el conocimiento; la capacidad emocional, cultivando un sentimiento solidario hacia el mundo; y la capacidad volitiva, cultivando una voluntad firme para actuar en el mundo. De esta manera se crean fundamentos para la iniciativa, la fuerza moral, la flexibilidad mental y la responsabilidad social en la vida adulta. Como la finalidad es ayudar a los niños a desarrollar todo su potencial desde una visión holística y vivencial. Propone una educación del niño adecuando la metodología a las características y necesidades propias de cada edad.

El acceso a las escuelas Waldorf es libre y por lo tanto es aconfesional. Intenta hacer de los valores humanos el elemento central del currículo. En un entorno colaborativo, nunca competitivo, se impulsa y alienta a los niños a sentir satisfacción por el trabajo bien hecho., estimulándoles a superarse a sí mismos, valorando siempre el esfuerzo individual, respetando su proceso evolutivo y atendiendo a sus necesidades de acuerdo al momento madurativo en que se encuentran.

El currículum se complementa con otras disciplinas que lo enriquecen, como pintura con acuarela, modelado, música, clase de manualidades y euritmia. Así, los planes de enseñanza no son concebidos unilateralmente a partir de las asignaturas, sino teniendo en cuenta al niño y sus necesidades. La organización y la base pedagógica se basa en tres puntos esenciales: reconoce la naturaleza individual de cada niño; el plan de estudios y el método de enseñanza se adapta a las etapas evolutivas y a la naturaleza psíquica e individual de cada niño y; las materias intelectuales, artísticas y manuales tienen la misma importancia en el currículo Waldorf. La pedagogía Waldorf pretende conducir al niño hacia un desarrollo claro y equilibrado de su intelecto, hacia un sentir enriquecido artísticamente y al fortalecimiento de una voluntad sana y activa, de tal modo que sus pensamientos, sentimientos y actos puedan hacer frente a los desafíos prácticos de la vida. 

Una escuela Waldorf se forma y dirige gracias al esfuerzo de maestros y padres. Todos los maestros que se comprometen con el trabajo de la escuela participan en las tareas de dirección de la misma: organización de la formación, horarios, administración del personal… Los padres participan también de forma directa en el sostenimiento de la escuela en su administración e intervienen igualitariamente en cuestiones legales.

Esta pedagogía reconoce diversas etapas en la vida de una persona, que se van dando en ciclos de siete años, lo que denominan los septenios. Durante cada septenio, el ser humano presenta y desarrolla determinadas características, donde van apareciendo necesidades y capacidades. En esta pedagogía es fundamental acompañar y respetar los tres primeros septenios, de modo que los niños y jóvenes puedan crecer y formarse desde ellos mismos.

En la primera infancia, imitación y ejemplo son las palabras mágicas para la educación. En estos años se establecen las bases para el desarrollo de una voluntad sana y vigorosa. En este periodo se produce la formación del cuerpo físico del niño, y para ello un elemento clave es el movimiento. Los niños deben moverse libremente. El juego es la actividad más importante en esta etapa evolutiva, el niño juega dentro y fuera del aula. El niño en esta etapa es todo un órgano sensorio según lo denominó Steiner. Está muy activo en sus percepciones sensoriales, y el mundo lo va conociendo a través de los sentidos. Es el educador quien debe procurar que se dé el medio físico adecuado para el niño. El niño imita todo lo que acontece en el medio físico circundante, y al imitar, sus órganos estructuran sus formas permanentes. También influye el entorno perceptible a sus sentidos, que ejerce influencia en sus facultades espirituales, por lo que también son muy importantes las acciones morales y la actitud del profesor. En este sentido, se considera que los maestros deben ser modelos dignos de ser imitados.

Emulación y autoridad son las palabras mágicas con las que se comienza la educación primaria. Se comienza con el aprendizaje de conceptos de forma paulatina y a través de imágenes. La figura del maestro sigue siendo fundamental, considerando que es la presencia del maestro quien debe despertar en el niño las deseables energías intelectuales y morales. El maestro es la figura de autoridad que el niño acepta internamente, no por imposición, sino por convencimiento. Es una autoridad que el niño acepta espontáneamente, como por instinto natural, no la impuesta  por la fuerza. Es lo que ha de constituir esa percepción espiritual inmediata que le servirá al escolar para plasmar su conciencia moral, sus hábitos e inclinaciones y para encauzar su temperamento. De ahí la importancia de la figura del maestro, de lo que transmite al niño. Se considera que el maestro educa por lo que es, no tanto por su saber intelectual. También se va a trabajar este desarrollo moral de los niños a través de los cuentos e historias narradas por el maestro. Tienen por objetivo producir en su alma sentimientos de sosiego y alegría. Después se cultivará el mundo afectivo, a través de narraciones que le presenten al escolar imágenes de la vida que inciten la imitación mediante parábolas e imágenes de personajes de la historia. Se considera que, entre la segunda dentición y la pubertad, ha de desarrollarse el pensamiento y ha de madurar el juicio entre las demás vivencias del alma, para que al llegar a la pubertad, el adolescente pueda formar sus propias opiniones acerca de las cosas de la vida y del conocimiento.

A partir de los 14 años el niño puede desarrollarse sin trabas hacia el exterior. Es posible presentarle al adolescente todo aquello que permita la captación del mundo de los conceptos abstractos,d el juicio y del entendimiento autónomo. Antes de ese momento, estas facultades anímicas debían crecer sin influencia externa, dentro del ambiente creado por la propia realidad educativa. Con la pubertad, el joven está madura para formarse un juicio personal sobre lo que antes ya ha aprendido.

Los niños se reparten en función de los septenios anteriormente mencionados. En los jardines de infancia suelen juntar a los niños de 1 a 3 y de 3 a 6 años.

En el plan de estudios Waldorf, los doce primeros años están divididos en ocho cursos de primaria y cuatro cursos que correspondería con secundaria y bachillerato. La etapa de bachillerato debe permitir al alumno terminar adecuadamente este periodo de doce años y, al mismo tiempo, garantizar al joven el acceso a futuros estudios universitarios o ciclos formativos superiores. En cada una de las etapas tienen a un mismo profesor de referencia. Consideran que es importante que los niños se sientan cómodos y a gusto con una persona conocida para ellos. Para esta pedagogía es importante crear un ambiente de comunicación fluida y un espacio de encuentro entre padres y maestros, con el único objetivo de contribuir, de forma conjunta, en las tareas que sean necesarias al desarrollo armónico y saludable del niño. Las familias colaboran en la escuela, asisten periódicamente a las reuniones pedagógicas y participan en las fiestas y en los momentos de encuentro de toda la comunidad educativa.

En el corazón de un maestro Waldorf vive el compromiso de ayudar a cada estudiante a alcanzar su más alto potencial. La preparación del maestro Waldorf le da una comprensión profunda de todo el ser humano y de cómo se desarrolla a través de las fases críticas de la primera infancia, la niñez y la adolescencia, para que pueda guiar a los estudiantes a lo largo de su vida. Igualmente importante es el compromiso del maestro Waldorf en su autoeducación continua para el desarrollo personal. De esta manera evolucionará más allá de sus zonas de confort y ayudará a desarrollar las capacidades necesarias para inspirar a sus estudiantes. La enseñanza Waldorf es, ante todo, un arte. La formación para maestros Waldorf construye las capacidades necesarias para crear lecciones vividas y memorables en las que los estudiantes se verán comprometidos y motivados. Su formación artística y plástica constituye el puente entre las aspiraciones creativas del maestro, por un lado, y las habilidades y métodos empleados en la enseñanza por  otro. Sin ella el maestro ya no sería un practicante motivado por el pensamiento innovador, sino un mero técnico impulsado por los imperativos de las normas y contenidos prescriptivos. Las destrezas pedagógicas serían aplicadas únicamente en términos de objetivos, metas y resultados predeterminados y estandarizados, sin tener en cuenta la realidad inmediata de la situación, es decir, la individualidad del joven ser humano con el que el maestro está involucrado. Lo que se transmite a los niños va con ellos toda su vida. Recordemos que en la pedagogía Waldorf se afirma que el profesor tiene que trabajar desde la presencia, un concepto que hace referencia al acompañamiento que se hace del alumno en el proceso de enseñanza-aprendizaje, y que va más allá de la mera presencia física. La misión última del maestro es que su discípulo le supere. Paralelamente, esto exige que el maestro busque su propia superación para tener una mayor visión que ofrecer al alumno para despertar en él la mayoría de sus potencialidades. Ahora, ese proceso educativo debe darse sobre la base del respeto de las etapas evolutivas humanas. Esto le exige al educador una gran capacidad de observación para detectar los momentos oportunos y saludables para ofrecer o no ciertos contenidos, vivencias, etc. Si el educador es un ser digno de ser imitado, será visto como una persona honorable, respetable, admirable y amada. Para concretar y ejemplificar este último aspecto, se tratará sobre la importancia del habla. Es necesario tomar conciencia de los estados anímicos de la persona, que se reflejan en los tonos de voz.

Finalmente, el concepto de Comunidad Educativa Activa, propio de las escuelas Waldorf, está basado en el compromiso de participar activamente en la educación del alumnado, lo que implica que tanto maestros como familias entren en nuevos procesos de aprendizaje y en procesos de trabajo conjunto para dar coherencia a la vida de los hijos y de los alumnos, tanto en el ámbito familiar como escolar. Es un esfuerzo positivo imprescindible para crear el puente entre hogar y escuela. Eso constituye una enorme tarea que exige muchos esfuerzos personales tanto a los docentes como a las familias. Esto supone cultivar una estrecha relación profesional y humana. Se trata de crear en la comunidad educativa el espíritu de iniciativa como la base de la confianza. Esta actitud activará la fluidez en la comunicación entre maestros y padres, el apoyo mutuo, la presencia  de la familia en la escuela, la participación en las actividades culturales, sociales, comisiones de organización, consejos de gestión administrativa y económica, fiestas pedagógicas, días de puertas abiertas, etc. Se establecerá la accesibilidad para celebrar tutorías regularmente sobre todos los alumnos con el fin de caracterizar entre padres y maestros el momento evolutivo y las necesidades y apoyos o refuerzos que necesiten, el aspecto estrictamente pedagógico queda restringido al claustro de maestros. Todos los componentes representan el impulso educativo y cultural Waldorf. Se tienen que dar las condiciones de mutuo reconocimiento como personas y como co-educadores. Este reconocimiento también se da en las tareas de participación en las comisiones de trabajo. En definitiva son centros autogestionados por los propios maestros, pero con la estrecha colaboración de los padres. Esa demanda parte de la iniciativa individual de maestros y familias por encontrar lo mejor para sus alumnos e hijos. Iniciativa que solamente puede alcanzar sus objetivos en un contexto social comunitario, en un espacio nuevo construido con las aspiraciones de todos. En el ámbito del centro educativo, lo mejor para los  alumnos marca el espíritu de la autoformación permanente. La autoformación permanente se construye cada jueves del año en reuniones de claustro en las que se trabaja sobre aspectos evolutivos, psicológicos y antropológicos de cada nivel educativo. Se reúnen los departamentos, intercambian experiencias y se repasa el trabajo de las comisiones de gestión y organización del centro, etc. En el espacio vivo se coloca la intención principal de esta educación: respetar el proceso madurativo de cada alumno, estimular su intelecto, su sensibilidad artística y su fuerza de voluntad para que desarrollen capacidades que les ayudarán en futuros desafíos. Es una educación integral en la que diariamente se combinan las asignaturas intelectivas de los conocimientos y aprendizajes, las artísticas para cualificar un sentir ampliado, y las práctico-tecnológicas para cultivar habilidades y superar dificultades, activando la propia voluntad en proyectos creativos genuinos. Siguiendo los ritmos circadianos, las materias intelectivas se colocan al comienzo de la jornada escolar de 8 a 10:30h, cuando son más capaces de concentrarse, atender, analizar y abstraerse. Se trabaja cada asignatura 3 o 4 semanas seguidas para hacer procesos de aprendizaje en los que se investigue, debata y se exponga públicamente. Concentradas las 37 horas lectivas en tres semanas se abarca, entiende y potencia la atención ahora tan afectada por distracciones: móviles, pantallas, tablets, etc. Al acabar el periodo lectivo de esa asignatura se evaluará y se tomará conciencia entre todos de lo aprendido, de lo experimentado y de lo compartido. Esta evaluación continua se convierte en autoevaluación, en fuerza de autoestima, en reconocimiento propio reconocimiento de los compañeros y también del profesor, al que también evalúan. En las horas centrales de la mañana, para relajar la concentración mental, se abordan materias artísticas que exigen sentir el entorno, sentir con respeto y atención al compañero. Cantan, bailan, hacen teatro, pintan, diseñan, o trabajan inglés y alemán. Son actividades que exigen considerar el ritmo de sus compañeros y acompasarlos con el propio. En las dos últimas horas de la jornada escolar se apelan a otras inteligencias; habilidades que exigen conocer la materia o entrar en la comprensión de fuerzas eléctricas, magnéticas, y en los proyectos de informática y robótica en las clases superiores. En seis semanas, a razón de 6 horas cada semana, realizarán un proyecto personal donde la imaginación y la creatividad serán las protagonistas. Los alumnos se elaborarán sus propios cuaderno-libros de cada asignatura, con los contenidos, esquemas, resúmenes, ilustraciones, etc. Por lo tanto, utilizan los libros de consulta, al igual que enciclopedias y ordenadores. Ese énfasis en apoyar diariamente las facultades de su pensar, de su sentir y de su voluntad, están acompañadas por docentes que permanecen durante todo el ciclo educativo con el mismo grupo de alumnos. El mismo tutor para el ciclo de 3 a 6 años, el mismo para lo seis cursos de primaria, el mismo para los seis cursos de primero de secundaria a segundo de bachillerato. Acompañar durante tres o seis años a un grupo  de alumnos en etapas tan cruciales para su desarrollo promueve en los docentes un verdadero aprendizaje muy humano y cercano con los alumnos, además de una actitud muy colaboradora con las familias. La educación así entendida no solamente es información, sino también formación y capacitación con un carácter progresivo en función del desarrollo madurativo de los alumnos. Esas capacidades estarán a disposición de su proyecto vital, de su propio camino a lo largo de la vida. El niño no percibe que tenga dos partes de su vida separadas.

lunes, 1 de junio de 2020

Maestros de la República Pablo Andrés Cobos y Marcelino Domingo

Pablo Andrés Cobos maestro, pedagogo, escritor y filósofo. Fue discípulo del pedagogo Blas Zambrano y el biógrafo de Antonio Machado, participando con él en el desarrollo de la Universidad Popular segoviana y en la puesta en marcha de las Misiones Pedagógicas.
Pablo muy agradecido, siempre relató la suerte de caer a una temprana edad en la pedagogía de Blas Zambrano y en el ideario de la ILE. Recién cumplida la mayoría de edad aprobó el acceso de maestro en la Escuela Normal de Segovia. En 1921 comenzó su epopeya docente en Valdepeñas y en 1925 se trasladó a San Ildefonso. Al siguiente curso académico fue becado para un viaje de estudios por las escuelas de España editando un libro en 1927 conocido como Un viaje por las escuelas de España y dando también lugar a una serie de artículos publicados en la revista Escuelas de España. Una beca en el curso 1929-30 le permitió hacer una travesía por las escuelas de Francia, Bélgica y Suiza. Ese mismo año al finalizar el viaje fue nombrado director de enseñanza graduada en San Ildefonso, en 1931 obtuvo por concurso la plaza de maestro en el Patronato escolar de Barcelona, ese mismo año con la victoria republicana comenzaría a escribir artículos pedagógicos de carácter divulgativo. Se integró en el proyecto de las Misiones Pedagógicas. Tras el ascenso al poder del partido político CEDA, las Misiones Pedagógicas pierden apoyo y Cobos concursa para una plaza de maestro en el orfanato nacional de El Pardo. Con la depuración franquista fue arrestado y hecho prisionero, pasando por diversas cárceles e inhabilitado finalmente para ejercer la docencia por lo que se dedicó a la redacción y preparación de temarios para academias y colaborando en varias redacciones y revistas.

Marcelino Domingo maestro, periodista y político español que fue ministro en varios gobiernos de la Segunda República. Nació en Tarragona, ciudad donde se alzó con el título de Maestro. Se trasladó a Tortosa para comenzar a ejercer la docencia en 1903.

Gracias a su actividad política y periodística, con la proclamación de la Segunda República Marcelino fue ministro de Instrucción Pública durante el primer Bienio, conocido como el reformista, tomó medidas significativas como la conversión de la enseñanza religiosa en asignatura voluntaria, bilingüismo en las escuelas y un programa de construcción de nuevas escuelas. Aprobó y puso los medios para el proyecto ideado por Cossío de las Misiones Pedagógicas donde participaron ilustres colaboradores como Alejandro Casona o Pablo Andrés Cobos.