jueves, 8 de abril de 2021

La comunicación no verbal en el ámbito educativo

Nuestro subconsciente es capaz de analizar 11 millones de unidades de información por segundo a una gran velocidad. En cambio, nuestro cerebro consciente solo puede procesar de 40 a 70 unidades de información por segundo. Esto quiere decir que, si le permitimos a nuestro subconsciente tomar las riendas del análisis de microexpresiones faciales, podremos interpretarlas.

El educador puede utilizar la información proporcionada por el subconsciente para:

  • Detectar emociones en sus alumnos. Las emociones de los alumnos se reflejarán en sus rostros, y el educador podrá verlos y escuchar la interpretación de su subconsciente para elaborar una respuesta adecuada. Por ejemplo, si sus alumnos están aburridos, aunque parezcan atentos y el subconsciente del educador lo percibe a causa de las microexpresiones faciales y las posturas, podrá enviar un mensaje consciente que el educador escuchará y gracias al cual podrá variar de contenido o de método para aumentar el interés en el aula. Es cierto que muchas veces se puede adivinar a simple vista de forma consciente que un alumno está aburriéndose, pero muchas otras, no es tan fácil. En estas últimas, el subconsciente es nuestro aliado.

  • Generar emociones positivas en sus alumnos. Gracias a que cada alumno posee su propio sistema de análisis subconsciente, podrá experimentar emociones motivadoras si el educador comunica adecuadamente a través de su lenguaje corporal. Los alumnos notan cuándo a un educador le apasiona la materia que está impartiendo y, aunque en ese momento no sean conscientes de ello ni del porqué, sus cerebros interpretarán esta pasión y se la contagiarán. Enseñar con pasión es la forma más eficaz de enseñanza.

Otras ramas de la comunicación no verbal que suelen estudiarse y que pueden suponer beneficios para el proceso de enseñanza-aprendizaje son:

  • Háptica. Es la parte de la comunicación no verbal que estudia el contacto físico y las formas de establecerlo. El contacto físico influye en la química cerebral. El educador que sabe utilizar el contacto físico de la forma adecuada (por ejemplo, una palmada suave en el hombro acompañada de las palabras “buen trabajo” y una sonrisa) puede potenciar los efectos del aprendizaje en sus alumnos.

  • La proxémica que ya la detallamos en un post anterior.

  • Cronémica. Es la parte de la comunicación no verbal que estudia cómo afecta el tiempo a la transmisión del mensaje. El cerebro humano interpreta el tiempo de distintas formas en función del entorno. El educador hábil sabrá utilizarlo a su favor si conoce la forma en que afecta a su grupo de alumnos. Por ejemplo, el tiempo que dura una pausa por parte del educador puede determinar el nivel de respuesta y de participación que den los alumnos. Pocas personas se encuentran cómodas en grupo ante un silencio prolongado, y la capacidad de mantenerlo por parte del educador y de no ceder a la presión emocional de llenarlo con más palabras puede ser la diferencia entre unos alumnos participativos y unos alumnos callados.

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