martes, 6 de abril de 2021

Estructura del pensamiento

Así como un educador debe pensar de forma creativa, también debe ser capaz de pensar de forma lógica y estructurada. Contra lo que se suele creer, creatividad y lógica no están reñidas, sino que son formas de pensamiento complementarias.

Suele decirse que el hemisferio izquierdo del cerebro es el más racional, el que se encarga de la lógica, de las matemáticas y de la lectura, entre otras cosas, mientras que el hemisferio derecho se encarga de la creatividad, el arte y las emociones. Esto no es exactamente así. Si bien es cierto que cada hemisferio cuenta con algunas estructuras y redes neuronales que, en la mayoría de cerebros, tienen mayor actividad en un hemisferio o en otro, cualquier forma de pensamiento activa diversas áreas a lo largo de todo el cerebro. La creatividad y la lógica no son una excepción: ambas activan redes neuronales en ambos hemisferios. Por este motivo no tiene sentido aislar la lógica de la creatividad y viceversa, ya que ambos son procesos compatibles y, de hecho, complementarios.

La estructuración del pensamiento supone la capacidad de mantener organizadas las ideas para poder conducirlas de la forma correcta. De nada sirve una gran idea creativa si no somos capaces de planificar la forma de diseñarla y ejecutarla.

Algunas de las habilidades imprescindibles para cualquier docente respecto a un pensamiento estructurado son:

Análisis: La capacidad de recoger información del entorno, estudiarla y elaborar una respuesta en base a ella. Por ejemplo, un educador que estudia los resultados obtenidos a través de distintas metodologías didácticas y decide variar respecto a aquellas que no están consiguiendo buenos resultados.

Planificación: Tras el análisis, la elaboración de una nueva forma de actuar implica establecer una serie de pasos que permitan llevarla a cabo de la forma correcta. Sin una planificación, muchas grandes ideas se vendrán abajo por tratar de dar un paso antes del que debería ir justo antes. Un ejemplo de buena planificación lo encontramos en aquellos educadores que crean calendarizaciones para implementar su idea en el aula.

Anticipación: La capacidad de adelantarse a los pensamientos y formas de actuar de otras personas es una habilidad que repercute positivamente en el desarrollo de la docencia. Por ejemplo, si un educador es capaz de prever que a sus alumnos les va a resultar difícil de comprender un punto del temario o que se van a aburrir con su explicación, contará con un preaviso que le permitirá adaptar estos aspectos a otra forma de enseñanza.

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