miércoles, 13 de mayo de 2020

Adolphe Ferrière y la Escuela Nueva

Fue un pedagogo suizo formado en Ginebra. Allí, fue profesor del Instituto Jean-Jacques Rousseau durante una década. Comenzando en 1912, junto con otras personalidades como Pierre Bovet o Édouard Claparède. Colaboró en la fundación de la Liga Internacional de la Educación y en la Oficina internacional de educación (Bureau International d'éducation) en 1921.

Formuló los 30 puntos que definen la Escuela Nueva: corriente de renovación pedagógica surgida a fines del siglo XIX y desarrollada a lo largo de todo el siglo XX, se proponía la reforma de la escuela tradicional basándose en principios psicopedagógicos, pero la denuncia de las deficiencias y fracasos de la escuela tradicional se acompañaba de la pretensión de reformar la sociedad mediante la educación, propugnando una "educación para la vida", la mejora de los aprendizajes y la dignificación del trabajo. En su etapa más sistemática y encaminada a la operativización de las propuestas, destacan las aportaciones de Adolphe Ferrière, fundador de la Oficina Internacional de las Escuelas Nuevas, desde donde se realizó una fecunda labor de difusión del movimiento. La Educación Nueva reconoce al niño como la única realidad entorno al cual deberá efectuarse la programación escolar y la actividad profesional del docente. La educación se hace "paidocéntrica" frente a las corrientes pedagógicas tradicionales que asignaban al educador todo el esfuerzo y orientación del proceso educativo. Destacando la actividad, la vitalidad, la libertad, la individualidad y la colectividad. Adolphe Ferriére la define como un internado familiar establecido en el campo, donde la experiencia del niño sirve de base a la educación intelectual, mediante el empleo adecuado de los trabajos manuales.

Sus trabajos teóricos se basan en el concepto de la escuela activa, cuyas bases filosóficas y propuestas divulgó en obras como Transformemos la escuela (1920), La escuela activa (1922), El progreso espiritual (1927) y La liberación del hombre (1942). Su iniciación en la nueva pedagogía se produjo al leer el capítulo sobre las escuelas nuevas de la obra de E. Demolins.

Ferriére propone el concepto de escuela nueva cuyo funcionamiento se basa en el respeto a los intereses y necesidades del niño, la utilización de métodos activos, el desarrollo de la autonomía, el espíritu crítico y la cooperación. El fin de la educación no es otro que ayudar al niño al desarrollo y desenvolvimiento de sus potencialidades; es una educación en libertad para la libertad.
Los aspectos más importantes de su pedagogía son:
  • Trata de asentarse en la confianza y autenticidad.
  • Para los niños es una cuestión de honor "hacerlo todos solos". Los mayores ayudan a los más pequeños.
  • El aprendizaje se basa en la movilización de los centros de interés tomados de la vida corriente.
  • El trabajo individual se alterna con el colectivo.
  • No hay clases ni lecciones, "Todo se basa en la felicidad de aprender, de autodisciplinarse y de manifestar solidaridad”.
  • Todos ponen a prueba sus cualidades particulares y las explotan en la medida de sus posibilidades.

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