Me gustaría hacer una breve
mención a esta semana, he trabajado con un grupo de adolescentes polacos y sus
profesoras.
El grupo en todo momento se ha
mostrado muy amable y respetuoso, es verdad que tal vez por la etapa de la
adolescencia en la que se encuentran lo
que menos les llame la atención es la imposición por parte de su
colegio y de nuestra academia de visitas culturales.
Sin embargo en las actividades de
ocio y tiempo libre los alumnos se han divertido realmente y se les notaba en
sus caras.
Esto me hizo plantearme varias
cosas ya que a lo largo de la semana intercambie varias palabras con sus
profesoras y estas me comentaban que en todo momento sus alumnos se quejaban de
cualquier cosa.
Lo que me hizo pensar y
plantearme si de verdad han sido escuchados alguna vez, si de verdad se les ha
dado la oportunidad de expresarse y de comentar sus inquietudes.
Por lo que estoy viviendo, la
percepción que tengo es que seguimos encajonados en horarios de parrilla e
imposiciones de actividades, en definitiva es una relación de sometimiento y
aceptación.
Yo soy el profesor o el adulto
por lo tanto tú debes obedecerme, te guste o no, lo vas a hacer, y creo que no
es el mejor camino para avanzar juntos y cooperar, ya que a través del diálogo
podemos saltar barreras, derruir muros y acortar distancia.
En definitiva creo que estos
alumnos tienen un grandísimo potencial pero que nadie ha sido capaz de verlo o
estimularlo.
Recuerdo que las primeras
palabras con sus profesoras fueron: son de las peores clases de nuestro colegio
en Polonia lo cual me sorprendió bastante porque antes de que lo mencionara le
comenté que era un grupo muy amable y respetuoso.
Me duele ver como al final por
unas cosas u otras muchos niños y adolescentes son marcados o etiquetados y ya
lo arrastran a lo largo de su vida lo que les puede llevar a la profecía autocumplida
y que los adultos desconfíen de ellos por no pasar por su aro, por su
percepción o entendimiento de la realidad.
Estoy muy orgulloso de haberlos
conocido, haber podido pasar tiempo con ellos y sobre todo ver que nunca
perdían la sonrisa, en todo momento se mostraban muy agradecidos. Me hubiera gustado
poder pasar más tiempo con ellos conocerles bien, conocer sus habilidades, sus
potenciales, sus hobbies y construir con ellos a partir de sus preguntas,
curiosidades e inquietudes.
La pregunta que me planteo ahora
es: ¿Hay alguna diferencia con España? ¿Habrá algún lugar donde se hagan las
cosas diferentes? ¿Lo encontraré?
No hay comentarios:
Publicar un comentario