viernes, 3 de mayo de 2019

Programa de Semana Santa.

Quiero en este post hacer una breve reflexión sobre lo que ha sido para mi la gran oportunidad de trabajar con una centena de alumnos durante estas dos semanas festivas.

Estoy bastante agradecido de poder haber formado parte del proyecto de Semana Santa y poder tratar con alumnos de edades tan dispares como los 7 hasta los 17 años no solo eso, si no también las nacionalidades: polacos, húngaros, italianos, alemanes, rusos, franceses... y una larga lista.

Lo primero de todo fue observar como se relacionaban, para algunos el lenguaje les supuso una barrera pero a medida que pasaban los días fue demoliéndose, otros sin embargo se juntaron en grupos donde encontraron similitudes por sexo, idioma o aficiones.

En segundo lugar la personalidad de cada alumno lo cual les influyó una barbaridad para sus relaciones en grupo, para algunos alumnos más tímidos, los alumnos extrovertidos les sirvieron de puentes para unir y estrechar lazos con otros estudiantes.

En tercer lugar la nacionalidad o las fronteras territoriales a la hora de conocerse, relacionarse o en el desarrollo biológico o psicológico de los alumnos es indiferente paralelamente siguen el mismo proceso. Aunque si es verdad que el factor cultural tiene un peso muy dominante en ciertas actitudes a nivel social o educativo lo que pude comprobar entre los alumnos alemanes y holandeses.

Me llevo una grata experiencia que me sirve de trampolín para el verano, con emoción y bastante ganas de conocer lo que me deparará el verano lo recibiré con los brazos bien abiertos.

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