Hoy quiero comentar una experiencia que me ha hecho ganar en inteligencia emocional, básicamente es algo que debía de pasar en algún momento ya que al tratarse de viajar es bastante frecuente que suceda y es la despedida de amigos con los que se forja una amistad muy intensa en un tiempo demasiado breve y toca despedirse de ellos y necesitas adaptarte de nuevo a otra etapa.
En realidad no encuentro palabras para expresarme, quiero dedicar esto a mi gran amigo Iker que ha vuelto a su pequeña y encantadora tierra, ha sido para mi un placer poder estar 4 meses con él, con su humor, demostrándonos estar en las buenas y en las malas, agradecido de haber aprendido el uno del otro, agradecido también de poder sumergirme en la escucha de sus pensamientos e ideas, de poder conocer un poquito más la realidad del País Vasco desde sus ojos y romper barreras que podían haber surgido por prejuicios o estereotipos. En definitiva de estrechar lazos, lo que ha sido maravilloso.
Te deseo lo mejor en tus proyectos y para el futuro y sé que esto no ha sido una despedida final simplemente un hasta la vista y con muchísimas ganas de volver a vernos cuando ambos estemos en España y ponernos al día de todo. Por lo qué la isla unió.
MELA.
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