martes, 5 de noviembre de 2019

Pedagogos a lo largo de la historia: Pestalozzi "haced que los niños busquen aquello que sean capaces de hallar por sus solas fuerzas".


Johann Heinrich Pestalozzi nació en Zurich en 1746, ha sido un pedagogo, reformador y educador suizo muy influyente, destacó por aplicar los ideales de la Ilustración a la pedagogía.

En 1751 comenzó sus estudios en Gymnasium (Escuela de educación secundaria), donde sus instructores le formaron en historia, política, griego y hebreo.
Dedicaba su tiempo libre a encontrarse y acompañar a su abuelo a través de las escuelas y casas de los feligreses.
Durante estas visitas, Pestalozzi comenzó a tomar conciencia de la pobreza y de las consecuencias de poner a los infantes a trabajar en las fábricas a una edad temprana, además cayó en la cuenta de la poca dedicación que hacían por los niños las escuelas.
Todo esto formaría sus futuras ideas educativas.

Uno de sus principios educativos y sociales fue la solución de la pobreza a través de una buena educación, su planteamiento educativo consistía en dar al educando la oportunidad de aprender, conocer y descubrirse a si mismo a través de la actividad personal.
Para ello los docentes debían formarse para lograr un desarrollo completo e íntegro del discente.

Al mismo tiempo que fundaba instituciones educativas en diversas regiones de Alemania y Suiza dedicaba parte del tiempo a escribir sus obras didácticas, donde podemos encontrar sus reflexiones e ideas pedagógicas más destacadas.

Uno de sus grandes éxitos es Cómo Gertrudis enseña a sus hijos, compuesto de 14 cartas, el propósito del autor era demostrar que sin una reducción de los conocimientos a sus elementos simples y sin la construcción de una serie graduada de ejercicios ordenados psicológicamente, nadie podía enseñar eficazmente.

Los principios básicos que podemos extraer del cómputo global de sus obras son: presentar el aspecto concreto antes de introducir los conceptos abstractos, comenzar por el entorno próximo antes de ocuparse de lo que está distante, comenzar por ejercicios simples aumentando la dificultad y preceder gradual y lentamente.

Pedagógicamente los aspectos generales de su educación elemental eran: el trabajo cooperativo y enseñanza de pares, coeducación, Educación creativa y productiva, enseñanza moral, considerar las relaciones afectivas como desencadenantes de sentimientos de bondad y amor, Educación social situando al discente en una relación con su entorno comenzando en la familia y continuando con la escuela y finalmente, práctica escuela-trabajo encontrando un sentido y finalidad a la formación académica con el desarrollo profesional.

El alumnado debe ser guiado para aprender con la práctica y observación, utilizando los sentidos y respetando siempre el desarrollo madurativo individual.

Uno de los factores para dicho desarrollo era el juego donde el niño aprendía de forma significativa a través de la exploración y observación.

Pestalozzi consideraba que la educación debía realizarse acordé a una armonía con la naturaleza, de aquí, podemos extraer el principio de libertad del educando donde es esencial que estos interactúen con su medio cercano.
Por ello el aprendizaje debía surgir a raíz de la observación de experiencias, intereses y actividades educativas.

Tomó de Rousseau la idea de no enseñar nada que no se pueda ver.
Gracias a esta idea, consideró que la finalidad de la enseñanza es desarrollar la inteligencia y no adquirir simplemente conocimientos. El conocimiento humano para Pestalozzi comienza con una intuición sensible de las cosas y de ahí se forman las ideas.

Veía al estudiante como un ente inteligente, moral y sentimental, que a través de la educación conseguía humanizarse con tres tipos de actividades: espiritual (vida intelectual), corazón (vida moral) y mano (vida práctica).
El camino que sigue la educación consta de tres pasos: educación familiar (ser instintivo), educación escolar (ser social) y la humanidad (ser moral).

La herencia de Pestalozzi es muy amplia, conservamos las escuelas pestalozzianas fundadas alrededor de Europa y entre otros países España, sin olvidar el amplio avance de formación y conocimiento que realizó para lo que posteriormente sería Educación Infantil.
Falleció en 1827 y gracias a este pedagogo Suiza alrededor de 1830 superó casi por completo el analfabetismo, su lema es "El aprendizaje por la cabeza, la mano y el corazón".


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