jueves, 26 de marzo de 2020

Maestras de la República: Marta Mata, Elisa López Velasco y Justa Freire

Marta Mata pedagoga española impulsora de la renovación de la escuela pública en la Transición y defensora de la escuela laica. Fundadora de la escuela de maestros Rosa Sensat. Es autora de numerosos libros y artículos sobre didáctica de lectoescritura, pedagogía, política educativa y cuentos infantiles.Compañera de figuras como Rosa Sensat o Pau Vila en las Escuelas de Verano.Su anexión al mundo de la educación vino gracias a la influencia de su madre, Angels Garriga, a su vez pedagoga, maestra y escritora.
Marta fue al parvulario y realizó primaria en la Escuela del Patronato Escolar del Ayuntamiento de Barcelona, donde su madre impartía docencia. En 1937 comienza el Bachillerato, sin embargo todo el equipo docente será sustituido o se dispersará a causa de las consecuencias de la guerra. Finalmente, acaba el bachiller en 1943 pero no en el mismo centro; comenzó en el Instituto Escuela de Parque de la Ciudadela y finaliza en el Instituto Verdaguer. Ese mismo año, 1943, en la Universidad de Barcelona comienza sus estudios de ciencias naturales. No obstante, por temas de salud, se desplaza a Saifores donde cursa estudios de pedagogía hasta llegar a doctorarse. En esta ciudad, también da comienzo su intervención en la educación, trabajando en la educación no formal a la vez que colabora con los primeros grupos de docentes comprometidos con el movimiento de regeneración pedagógica impulsado por la II República. Se ha de destacar que durante esta etapa, grande figuras de la pedagogía española influyen en su ideario como Jordi Rubió, Alexandre Galí y Artur Martorell.
En torno a los años 60, comienza a hacer varias colaboraciones para revistas pedagógicas y tiene la oportunidad de visitar y conocer otros sistemas educativos como el de Israel. Además, es un momento de seguir conociendo figuras de renombre, en esta ocasión, a Pere Roselló en un viaje a Ginebra, Suiza.
Durante el franquismo con la imposibilidad de crear libremente centros de formación para el profesorado, junto a un grupo de educadores crea clandestinamente la Escuela de Maestros Rosa Sensat, con el fin de formar a los futuros formadores y construir una escuela democrática, pública, activa y de calidad. Este proyecto es conocido como Escuela de Verano. Llegaron a tener notoriedad en Barcelona como alrededores.
En la década de 1965-1975, centró sus esfuerzos en encontrar alianzas y apoyos dentro y fuera de las fronteras españolas, mientras se especializaba en la didáctica de la lengua escrita y fonología castellana y catalana.
Desde su organización impulsa la creación de la revista Perspectiva Escolar y promueve las Escuelas de Verano. Participó en congresos de Movimientos de Renovación Pedagógica que patrocinó el Ministerio de Educación. Con el objetivo de desarrollar una concepción dinámica de la escuela y establecer relaciones entre el trabajo y la formación.

Elisa López Velasco estudió magisterio en Sevilla y pasó su primera etapa como maestra en Huelva y Cádiz. Años más tarde se instaló en Madrid ocupando una beca en la Residencia de Señoritas y gracias a la Junta de Ampliación de Estudios viajó por Europa participando en los cursos de Escuelas Nuevas. Se especializó en educación infantil y se unió a las Misiones Pedagógicas formando a los maestros en artes y técnicas plásticas.
Otros logros de Elisa fueron las publicaciones de sus artículos en la revista de la ILE y fue una de las primeras mujeres en ser un cargo ejecutivo de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza (FETE-UGT). Ciertas investigaciones señalan que es una víctima más de la dictadura debido a que no ha habido noticias de reclamación de derechos de su obra.

Justa Freire pedagoga y maestra formada en la Escuela Normal de Zamora, obtuvo en 1918 su plaza de maestra por oposición. Fugazmente impartió clases en Ávila hasta trasladarse a Madrid trabajando en el grupo escolar ¨Cervantes¨, centro vinculado a la ILE, que centraba sus esfuerzos en la educación de los hijos e hijas de las familias obreras de 4 caminos. Freire se encargaba de la acción social y de los ensayos pedagógicos del propio centro. Con el apoyo de la Junta de Estudios, pudo sufragarse viajes por Europa para seguir perfeccionando su formación pedagógica.
Tras su graduación en la Escuela de Estudios Superiores de Magisterio, se empleó al más alto nivel impartiendo cursos de pedagogía a maestros, gracias a estos trabajos, fue nombrada directora del grupo escolar Alfredo Calderón, actualmente conocido como el CEIP Padre Poveda de Ciudad Jardín. Fue una de las primeras mujeres en tener a su cargo un equipo de docentes.
Durante sus años de docencia escribió un diario, el cual nos permite conocer de una forma cercana su labor pedagógica, y la puesta en práctica de innovadoras medidas en la Comunidad Educativa a través de sus publicaciones en la revista Escuelas de España.
Participó en las Misiones Pedagógicas como maestra, pero con la Guerra Civil cesó de impartir clases y se clausuró su centro escolar para ser evacuados tanto docentes como estudiantes a Valencia, donde Freire se encargó de la creación y desarrollo de las Comunidades Familiares de Educación. Debido a su excelente trabajo ocupó la plaza de inspectora de estas Colonias.
Tras la guerra, fue detenida y condenada a prisión por consejo de guerra por dos años, los cuales fueron aprovechados para alfabetizar al resto de reclusas. Con su salida de la cárcel dio clases particulares hasta su acceso a la secretaría del Colegio Británico. Más tarde se le permitió reincorporarse al cuerpo de maestros nacionales, sin embargo, perdió todos sus privilegios (como la antigüedad) y fue vetada de dar clases en Madrid. Por ello, se trasladó a Barcelona por un tiempo hasta que en 1958 vuelve a Madrid para continuar dando clases en el Colegio Británico y con sus funciones en el Centro de Orientación didáctico del Servicio Nacional del Magisterio.
Sus últimos años hasta su muerte, se dedicará a escribir artículos en la revista El Magisterio Español.

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