martes, 25 de junio de 2019

¿Qué tipo de educación podría ser la mejor?

Ayer tuve una charla bastante interesante con mis compañeras de trabajo y amigas, todas partimos del mismo punto, hemos terminado nuestros estudios universitarios, algunas el máster y otras comenzando el máster.

De aquí nos surgió un curioso diálogo, todas estábamos de acuerdo en que nos encantaba descubrir, conocer y aprender distintas cosas pero diferíamos en la forma de explorar el conocimiento, unas abogaban por una educación formal pasando por la universidad y realizar todos los estudios a través de esta y por otra parte en la que me encontraba yo posicionado, defendíamos otra forma de estudio.

Nuestro punto de vista se trataba de un modelo más autodidacta, en el que la persona por  si misma decidía qué estudiar y cómo estudiar, estábamos a favor de cursos, conferencias o charlas de formación donde puedes encontrar un clima o atmósfera educativa distinta que en otros lugares,

El problema que veíamos a la universidad y a continuar con unos estudios universitarios es la temporalización y los exámenes pensamos que de esa forma no se aprecia ni se disfruta el conocimiento, cuando tienes la presión de pasar un examen con una cierta nota, pero es verdad que sin ese papel firmado no puedes demostrar que tienes esos estudios aunque te hayas formado por tu cuenta leyendo, con charlas, con conferencias, con videos...

Para concluir, el ser humano es curioso por naturaleza y cuando encuentra un reto adecuado a su nivel o persigue sus inquietudes y curiosidades puede llegar a alcanzar un increíble potencial, y eso es lo que deberíamos todas las personas intentar descubrir de nosotras mismas, pero no interesa que las masas tengan una mente viva, una mente despierta, con inquietudes, quieren gente enfrente del televisor una vez terminada la jornada laboral y que no piense ni se interese por nada, para los romanos fue pan y circo, en la sociedad del siglo XXI es cerveza y fútbol.

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