jueves, 21 de enero de 2021

Taxonomía de Bloom

La taxonomía de Bloom es una clasificación de diferentes objetivos a lograr a través de la educación formal, realizada por Benjamin Bloom en base a los tres aspectos que diferentes expertos en educación habían reflejado en 1948 al intentar establecer un consenso respecto a los objetivos de la educación: cognición, afectividad y psicomotricidad. Se trata de una clasificación de objetivos llevada a cabo de forma jerárquica, organizada en base a si la actividad requiere de un procesamiento más o menos complejo. El autor partió en su clasificación de las aportaciones del conductismo y el cognitivismo imperantes en la época.

El aspecto en que quizás se haya puesto mayor énfasis a lo largo de la historia de la educación, y en el que también se centra especialmente la taxonomía de Bloom, es en la esfera cognitiva. Se pretende potenciar la competencia del estudiante en el logro o consecución de determinadas capacidades u objetivos cognitivos a partir de diferentes capacidades intelectuales, afectivas y psicomotrices. A continuación describiremos brevemente varias capacidades:

El nivel cognitivo hace referencia a cómo procesamos la información.

  • Conocimiento entendido como la capacidad de recordar lo previamente adquirido de manera más o menos aproximada. Se considera la más básica de las capacidades que el alumno debe adquirir y la que menor procesamiento requiere.

  • Comprensión ser capaces de transformar la información tal cual nos llega en algo que podemos llegar a comprender e interpretar.

  • Aplicación en este momento el sujeto no debe solo captar y entender lo que se le dice sino también ser capaz de emplearlo.

  • Análisis supone ser capaz de abstraer el conocimiento obtenido en los anteriores momentos, requiriendo la capacidad de fragmentar la realidad de lo aprendido de cara a distinguir qué lo configura y permitir la aplicación en diferentes ámbitos.

  • Síntesis supone elaborar de forma resumida un modelo, combinando la información recibida para crear algo diferente de lo aprendido. Es uno de los objetivos cognitivos más complejos, ya que supone no solo trabajar con la información aprendida sino también incorporar otros elementos que nos sirvan para obtener su base y aplicarla para crear.

  • Evaluación supone principalmente el hecho de ser capaces de emitir juicios en base a un criterio u opinión fundamentada.

El nivel afectivo trata de ver qué papel juegan las emociones en el proceso de aprendizaje. Aquí se analizan los sentimientos, las emociones, los intereses…

El nivel psicomotor permite ver cómo intervienen nuestras habilidades corporales, destrezas de tipo motor, coordinaciones musculares y neuronales en el desarrollo del aprendizaje.

La taxonomía permite jerarquizar los procesos cognitivos en diferentes niveles y sirve para facilitar las labores de evaluación. Puesto que a cada nivel se le puede asociar unos verbos, estos pueden ser usados para concretar objetivos de aprendizaje.

Para formular los objetivos hay que tener en cuenta el nivel de desarrollo de los alumnos, así como la congruencia con las actividades y tareas propuestas para trabajar los contenidos, planteándose y describiéndose, siempre, en infinitivo. También se puede utilizar para crear ejercicios, actividades y tareas, viéndose realizada en el punto más álgido de su cima mediante el trabajo por proyectos.

Aunque esta taxonomía represente diferentes niveles del proceso de aprendizaje, esto no implica que los alumnos siempre comiencen desde el nivel más bajo, para luego subir a otros niveles, sino que el proceso de aprendizaje se puede iniciar en cualquier punto.

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