jueves, 14 de enero de 2021

La estrategia de programación multinivel (EPM)

La Estrategia de Programación Multinivel (EPM) tiene como objetivo principal trabajar con los alumnos y alumnas del aula, atendiéndolos a todos y permitiendo que cada uno llegue a desarrollar sus capacidades de la mejor manera posible, sin obstáculos ni limitaciones. Se trata de una propuesta de programación didáctica que permite un aprendizaje más autónomo, al desplazar el foco del docente al estudiante. Constituye una herramienta asequible que posibilita que el docente se adapte a la estructura cognitiva del alumno y adopte el rol de guía durante todo el proceso educativo, además de otra forma de planificar la atención a la diversidad en el aula desde una perspectiva inclusiva, porque posibilita que cada alumno y cada alumna encuentre, respecto al acceso y desarrollo de un contenido, actividades acordes a su nivel de competencia curricular, y estas les permita el progreso, y la implicación, de manera personalizada.

La EPM toma sus principios de la enseñanza o instrucción personalizada desde un planteamiento realista, adaptado a las necesidades actuales de alumnos, docentes y familias. Una estrategia básica que nos permite trabajar desde diferentes metodologías, sin dejar de lado a nadie y sin sacrificar la consecución de un buen nivel educativo.

Un único diseño de unidad didáctica o lección debe servir para enseñar a todo el alumnado del aula. Esta premisa nos lleva a la idea de que la mejora de los recursos y la ratio es posible, pues varios docentes pueden intervenir a la vez en el aula. A su vez, permite que todo el equipo docente que interviene en el grupo o clase trabaje de manera horizontal con todo el alumnado, eliminando así la verticalidad que producen las clases ordinarias y la clasificación y diferenciación que por clases flexibles, especializadas, de apoyo o de refuerzo.

Es un tipo de planificación de la enseñanza y de programación curricular que, desde su concepción inclusiva, se anticipa a las variadas características, posibilidades y necesidades de todo el alumnado de una clase. Lejos de considerarlos uno a uno, los toma como grupo. Se trata de poder diseñar aprendizajes para grupos que, entre sí, pueden tener amplias diferencias en sus habilidades.

El diseño multinivel es una estructura organizativa del currículum marco que se apoya en:

  • La taxonomía de Bloom

  • El enfoque de diseño universal del aprendizaje- DUA

  • La personalización del aprendizaje. PA

Hay que destacar que el proceso de diseño multinivel conduce a una base curricular común, elimina las adaptaciones curriculares y todo el alumnado puede promocionar dentro de sus posibilidades individuales. Las múltiples opciones de acceso y expresión, que evidencien el progreso de todo el alumnado, deben ser explícitas como una de las partes más importantes del diseño.

Las actividades multinivel ofrecen la presentación de una programación abierta y flexible con múltiples opciones de trabajo para el alumnado. A partir de la elección de las ideas clave de cada una de las unidades didácticas se diseñan diferentes formas de presentación y de desarrollo de las actividades. Propone actividades y materiales que responden a diferentes niveles competenciales. Permiten diferentes niveles de participación y de resolución, y diferentes opciones de evaluación del progreso del alumnado. Tal y como establecía Collicot, la propuesta de trabajo multinivel organiza respondiendo las siguientes fases de planificación:

  1. fase: Determinación de los contenidos subyacentes donde el profesor de la materia decide lo que es más importante de todo lo que se propone que aprendan los alumnos y que, considerándolo como el eje fundamental de su intervención, lo formule como meta de aprendizaje para todo el alumnado.

  2. fase: Determinación de las propuestas o canales de presentación de los contenidos a los alumnos. El profesor prepara diferentes formas de presentar la información de manera que todos los alumnos tengan acceso a la información.

  3. fase: Determinación de los métodos de práctica del alumnado. El profesor prepara diferentes opciones de trabajo en el aula para el alumnado de manera que todos pueden participar, aunque sea parcialmente en algunas actividades, y tengan oportunidades de trabajar en el aula para aprender los contenidos determinados en la 1ª fase.

  4. fase: Determinación de los métodos de evaluación del alumnado. Todos los alumnos deben poder mostrar sus progresos a través de uno u otro tipo de actividades que servirán de referentes para efectuar la evaluación.

  5. fase: Determinación de las evidencias de evolución y el progreso de los alumnos.

  6. fase: Revisión de la coherencia del conjunto de la programación planteada para dar respuesta a la totalidad del alumnado, incluido el alumnado con más dificultades.

  7. fase: Atendiendo a los resultados anteriores, reformulación del diseño de la programación multinivel planteada desde la primera fase. Determinación de mejoras.

No es estrictamente una metodología. Así, la EM puede y necesita ser empleada junto con otras metodologías diversas, activas y coherentes con la inclusión, pues los caminos que recorren no colisionan con el diseño multinivel. Aunque el diseño de la EM está pensado para favorecer el aprendizaje para todos, en aulas inclusivas, el hecho de utilizarlo no genera de forma automática inclusión, pues este modo de organización necesita de culturas y prácticas inclusivas, que den soporte al tridente que suponen prácticas, políticas y culturas inclusivas para transformar la educación.

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