lunes, 14 de noviembre de 2022

Pedagogía penitenciaria

Este tipo de pedagogía está bastante abandonada, no se conoce mucho o no hay un gran atrevimiento a introducirse laboralmente. Es una rama de la pedagogía social que se centra en dar atención en los centros penitenciarios. La reinserción de un recluso se puede llevar a cabo por el trabajo o la educación.

Este tipo de pedagogía surge, fundamentalmente, por la necesidad de brindar atención social a los internos de las prisiones. Es una rama especializada y centrada en intervenir ante los diversos problemas que sufre la población penitenciaria. Su objetivo es promover la readaptación social del interno mediante la educación penitenciaria. Forma parte del sistema penitenciario.

La pedagogía penitenciaria difiere de la educación penitenciaria porque, principalmente, la educación es el acto, la praxis con  los internos ya sea en el ámbito académico o en la modificación de conductas. Mientras que, la pedagogía desarrolla y aplica los métodos, los programas de intervención y tratamiento, etc. Es una intervención sobre la situación del recluso mientras que la educación se centra en la persona en sí. En este sentido, la pedagogía penitenciaria debe tener en cuenta un marco pedagógico más global y amplio.

Las funciones del pedagogo según nuestro actual reglamento penitenciario son las siguientes:
  1. Estudiar al interno desde el punto de vista de su historial escolar, grado cultural y nivel de instrucción, enjuiciando el alcance de sus conocimientos, especialmente los instrumentales, actividades expresivas y aficiones, aportando la información correspondiente al estudio de su personalidad.
  2. Ejecutar los métodos de tratamiento de naturaleza pedagógica.
  3. Asistir como Vocal a las reuniones de los Equipos de Tratamiento, participando en sus acuerdos y actuaciones.
  4. Procurar la coordinación adecuada de las tareas escolares, culturales y deportivas con los métodos de tratamiento programados.
  5. Cumplir cuantas tareas le encomiende el Director concernientes a su cometido.
Todo profesional del ámbito social en las prisiones hace de nexo de unión entre el interno y el mundo exterior. Lucha por evitar el desarraigo de la persona privada de libertad, ejerciendo de intermediario entre el recluso y su familia y entorno social más cercano.

Otra figura importante es la del trabajador social. Entre sus funciones podemos destacar la realización de evaluaciones para obtener permisos de salida. Elaboración de informes para la libertad condicional. Realización de visitas a empresas, centros educativos, víctimas, etc. Seguimiento y supervisión.

La educación social penitenciaria promueve el ofrecimiento de nuevas oportunidades a aquellos reclusos, que con una actitud proactiva, quieran alternativas para cambiar su futuro de manera positiva.
Las acciones educativas y lúdicas llevadas a cabo deben ir dirigidas a concienciar a los internos acerca del desarrollo de su vida fuera de ese entorno. Así como orientadas a potenciar el sentimiento de pertenencia a la sociedad, realizando actividades que busquen el bien común.
Desde la educación social se pueden trabajar habilidades social, prevención de drogodependencia, programas de alfabetización, educación para la salud, formación laboral y educación para la ciudadanía entre otros.

Bibliografía
Temario de oposiciones al cuerpo de ayudantes de Instituciones Penitenciarias
Ramirez de la Rosa, J. Pedagogía penitenciaria: el perfil del pedagogo para la labor con jóvenes primodelincuentes en los cereso del distrito federal.

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