jueves, 24 de octubre de 2019

En la visión “bancaria” de la educación, el “saber”, el conocimiento, es una donación de aquellos que se juzgan sabios a los que juzgan ignorantes. Paulo Freire, pedagogos a lo largo de la historia.



Paulo Freire nació el 19 de septiembre de 1921 en Recife, Pernambuco, Brasil. Es uno de los más grandes y significativos pedagogos.

En su infancia conoció muy de cerca la pobreza y la hambruna debido a nacer en una familia se clase media-baja, esto fue una experiencia que le formó, ayudó y forjó su perspectiva educativa y su preocupación hacia las clases bajas.

En 1943 ingresa en la Universidad de Recife dónde se educó en filosofía y psicología del lenguaje, terminando doctorándose en 1959 en Filosofía e Historia de la Educación con la tesis doctoral Educación y actualidad brasileña.
En dicha tesis asienta su método, que se podría definir cómo: todo proceso educativo debe partir de la realidad que rodea a cada individuo.

En 1962 tuvo su primera oportunidad para aplicar su método y teorías de una forma práctica, enseñó a leer a 300 trabajadores de plantíos de caña de azúcar en 45 días.
Debido a los excelentes resultados el Gobierno aprobó la creación de círculos culturales por todo Brasil.

En 1967 pública su primer libro La educación como práctica de la libertad, fue un libro muy bien recibido, lo que le permitió ingresar en la Universidad de Harvard como profesor visitante en 1969.

Un año antes escribió su obra más conocida Pedagogía del oprimido traducido al castellano y al inglés, en dicha obra hace una crítica a la educación que toma a los estudiantes como vasijas donde depositar el saber.

Este tipo de educación la denomina bancaria puesto que el docente es el único que posee el conocimiento y los transmite, convirtiendo al alumnado en sujetos pasivos y por lo tanto oprimidos.
Destaca la narración como una actividad recurrente en el profesorado, concluyendo que la narración, cuyo sujeto es el educador, conduce a los educandos a la memorización mecánica del contenido narrado. 

La narración los transforma en recipientes que deben ser llenados por el educador, por tanto cuánto más llenes mejor educador serás y cuánto más se dejen llenar dócilmente mejor educandos serán.

Freire se reafirmó en que la educación bancaria debe cambiar y dar paso a una educación con una visión crítica del mundo dónde vivimos, puesto que, no permite la conciencia de la realidad y liberación de los educandos y sólo sirve a la clase dominante u opresora.

Otro término que hace mención al trabajo de Paulo Freire es la pedagogía crítica, es considerada actualmente como un nuevo camino pedagógico.

Se caracteriza por la invitación a las dos partes involucradas en el proceso de enseñanza-aprendizaje a construir una sociedad desde la conciencia de los problemas sociales diarios que afectan directa o indirectamente a la escuela.

Freire planteó que la educación en cada país debe convertirse en un proceso político, cada individuo hace política desde el espacio donde se encuentra por lo tanto el aula no debe ser indiferente a este aspecto.

Por ello la construcción del conocimiento parte desde las diferentes realidades que afectan a docente y discente.

La tarea del docente para Freire pasa por ser el ente que lleve al alumnado a pensar en la sociedad donde está ocurriendo el proceso de enseñanza-aprendizaje, por lo tanto deben partir desde los conocimientos previos que los discentes llevan al aula, ya que son un fiel reflejo visible y fiable de las distintas realidades sociales.

El alumnado debe construir el conocimiento como un acto político desde la relación con el maestro y su grupo de pares para alcanzar el cambio de rol, entre seres sociales pasivos y seres sociales activos y críticos comprometidos con la sociedad.

La alfabetización crítica o liberadora es el pensamiento pedagógico de Paulo, elaboró una propuesta de alfabetización basada en el principio fundamental La lectura del mundo precede a la lectura de la palabra.

Su objetivo, incluso antes de iniciar el proceso de alfabetización, lleva al educando a reconocerse como sujeto de aprendizaje y como ser capaz y responsable.
Durante este proceso, el discípulo desarrolla una visión crítica que le permitirá llegar a ser agente de cambio y/o producción cultural.

Freire comenzó su labor docente en los primeros cursos de secundaria, poniendo en práctica su propuesta al permitir descubrir los contenidos de una forma dinámica a su alumnado.
La memorización mecánica no entraba en sus planes, daba prioridad al aprendizaje con significación profunda logrando la memorización y fijación del concepto.

El conocimiento para Freire no se transmite, se está construyendo.
El acto educativo no consiste en una transmisión de conocimientos, es el goce de la construcción de un mundo común.

En los 80 junto con Macedo lleva a cabo un estudio y análisis de los enfoques de alfabetización tradicional, planteando un enfoque de alfabetización liberadora.

Su propuesta surge de las falencias de los modelos tradicionales de lectoescritura como simples técnicas de decodificación.

Resaltan la importancia del lenguaje en la alfabetización para ello es necesario establecer un diálogo con el educando donde se diferencie hablar con el estudiante frente a hablarle al estudiante.

El 2 de mayo de 1997 falleció a sus 75 años de edad; días antes de su fallecimiento seguía debatiendo sobre las nuevas perspectivas de la educación en el mundo.
Su legado y pensamiento pedagógico continua vigente en nuestros días.

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