martes, 8 de junio de 2021

Habilidades fundamentales en el proceso de coaching educativo; saber hacer preguntas

La destreza de hacer preguntas se refiere a la habilidad del profesor para emplear diferentes clases de preguntas con diversas finalidades educativas. Muchos profesores emplean las preguntas como parte de sus métodos de enseñanza; otros incluso varían las clases y funciones de sus preguntas para adecuarse a sus objetivos personales.

Cuando un profesor es consciente de los objetivos que persigue, de la clase de preguntas que puede hacer para trabajarlo y de las funciones que las preguntas pueden desempeñar en el desarrollo del mismo, puede tomar mejores decisiones sobre cómo conducir el trabajo de un contenido determinado, y será entonces cuando decida utilizar el método interrogativo, como estrategia didáctica concreta.

A la hora de utilizar la pregunta como una herramienta de trabajo debemos tener algunas consideraciones importantes, la primera y principal es que es un recurso que busca algo en concreto y que por lo tanto ha de ser pensada, reflexionada y planificada para que realmente cumpla con su función, es decir, que cumpla con el objetivo para el que nace.

Cualquiera que sea su edad y habilidad, todos los estudiantes deberían tener cierta experiencia con preguntas que estimulen el pensamiento, la creatividad y sobre todo que promuevan la reflexión. Los estudiantes deben tener la oportunidad e practicar las destrezas de pensamiento crítico, auto-conocimiento y solución de problemas para poder dominarlas. Los alumnos necesitan tiempo para pensar en su respuesta, cuando se les plantea cualquier tipo de pregunta pero la experiencia muestra que los maestros esperamos periodos muy cortos de tiempo para que los chicos respondan.

Existen infinidad de clasificaciones de preguntas, más allá del tipo de pregunta que vamos a realizar, lo importante es saber que queremos obtener o conseguir realmente con ellas.

Si hablamos del tipo de preguntas según el nivel cognitivo de las mismas, estas se puede clasificar en:

Convergentes: son aquellas que tienen una sola respuesta correcta, dan soluciones inmediatas o resultados precisos, pero que no invitan a la reflexión, la crítica o el análisis.

Divergentes: son aquellas que admiten muchas respuestas. Son preguntas por lo general abiertas y que invitan al intercambio de opiniones. Las preguntas que tienen que ver con opiniones o hipótesis son divergentes.

Otra clasificación general muy conocida es la siguiente:

Abiertas: son las que animan a la gente a pensar, permitiendo responder sin limitaciones. Constituye una herramienta fundamental para conseguir información. A veces las respuestas son demasiado largas, por lo que conviene controlarlas con respuestas cerradas o profundas.

Cerradas: son aquellas que obtienen una respuesta concreta, generalmente un sí o un no. Sirven bien para terminar con la divagación de un interlocutor que ha perdido el hilo del discurso, o bien para que concrete y adquiera un compromiso. Ejemplo: ¿entonces, estás de acuerdo con esto?

Profundas: son preguntas abiertas o cerradas que hacen que el interlocutor considere los temas con más detenimiento. Junto con las preguntas reflejo, son las que más favorecen la reflexión.

Reflejo: sirven para reflejar el punto de vista del interlocutor.

Directivas o condicionadas: son las que manipulan las respuestas. Quién las plantea, indica por adelantado, de alguna manera, cuál es la respuesta que prefiere.

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